Saber a qué tipo de problemas nos enfrentamos es importante porque permite, entre otras cosas, acudir a las ciencias que nos pueden ayudar a encontrar respuestas. En este sentido, me parece que de la diversidad de creencias y valores se ha ocupado demasiado la antropología y demasiado poco la filosofía moral. O, para ser más precisos, que el desinterés de la filosofía por el ámbito de la acción social, psico-educativa y socio-sanitaria ha hecho que la diversidad de creencias y valores fuera interpretada, principalmente, desde una visión antropológica, lo cual se ha manifestado en dos cuestiones: que esta diversidad se ha concebido principalmente desde una óptica cultural y no ética, y en la confusión que suele generar el concepto relativismo cultural. En el primer capítulo de estas páginas se abordan los malentendidos y peligros del concepto cultura (y de aquellos que de él se derivan, por ejemplo multiculturalidad e interculturalidad) en los análisis de los conflictos morales, y se proponen conceptos, y por lo tanto procedimientos, alternativos. En el segundo capítulo, se abordan los malentendidos y peligros del concepto relativismo cultural, se propone una clasificación de los cuatro grandes posicionamientos posibles ante la diversidad moral y ética, y se defienden las posibilidades del perspectivismo ético.
Palabras clave
ética, cultura, relativismo cultural, trabajo social, educación social, pluralismo moral