El objetivo de este trabajo pasa por presentar el Entroidocomo genuina práctica de ocio y ejemplo de dinámica participativa autogestionada lo que supone, a nuestro juicio, una oportunidad para anclar o enraizar procesos de desarrollo comunitario, esencialmente en contextos rurales, puesto que relaciona tradición (resistencia a la occidentalización, homogeneización y atomización cultural) y dimensión lúdico-festiva posibilitando la habilitación de los recursos endógenos de una comunidad. En este sentido, el texto aborda, desde una perspectiva sociopedagógica, la constante polémica y el complejo equilibrio entre la generalización del ocio como experiencia vital que profundiza en la autonomía personal, y la minimización de la capacidad de maniobra que supone la extensión de un ocio masificado y basado en la cultura del espectáculo, concibiendo a las personas como meros clientes, consumidores, usuarios, y no como los verdaderos protagonistas de esa experiencia singular, individual o compartida, que es el ocio, siempre en el marco de la vorágine temporal que exige la sociedad de consumo y que impide a las personas tomar las rentas de su proyecto vital. Finalmente, lo que tratamos es de evidenciar las potencialidades que este tipo de iniciativas populares tienen en el ámbito del desarrollo comunitario, en tanto que fortalecimiento de vínculos personales, y promoción de la identidad social.
Palabras clave
desarrollo comunitario, participación cívica, educación, ocio, medio rural, tradición.