¿Central o periférico? Inclusión desigual de los niños con autismo en los primeros años de la escuela primaria en Irlanda

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Resumen

La implementación de la inclusión en las escuelas ha demostrado ser un reto, y la investigación ha demostrado que los niños con autismo son con frecuencia los destinatarios de las prácticas de separación y exclusión de las escuelas regulares (Slee, 2019). A pesar de los muchos principios y directivas de política educativa inclusiva ampliamente adoptados a nivel internacional y nacional, y el apoyo de la evidencia de la investigación, la educación inclusiva sigue siendo un trabajo en progreso (Ainscow, 2020).
La evidencia es escasa en las interacciones cotidianas de los niños con autismo y otros actores educativos en la escuela (Pennings et al., 2014). La mayor parte de la investigación sobre la educación inclusiva de los niños con autismo se ha centrado en las actitudes de los profesores, las dificultades sociales de los niños con autismo con sus compañeros, la adopción de un enfoque de modelo de déficit y las necesidades de formación de los profesores para atender a los niños con autismo (Humphrey y Lewis, 2015; Garrad, et al., 2019; Lindsay, et al., 2014).
Para abordar la brecha en la investigación, el presente estudio se llevó a cabo para arrojar luz sobre las interacciones diarias en las escuelas mientras se pone en práctica la inclusión. Esta investigación adoptó una metodología cualitativa. A través de observaciones, se presentaron ocho estudios de caso que describen las interacciones diarias en los primeros años de la escuela primaria entre ocho niños con autismo, sus profesores, profesores de apoyo, asistentes de necesidades especiales y compañeros en el aula, el patio y el aula de apoyo.
El estudio que se presenta aquí se basa en los datos de esta investigación original y presenta dos estudios de casos basados en una selección intencionada para ilustrar enfoques contrastados de la inclusión. En primer lugar, el caso de Max, se centra en un niño cuyo apoyo se quedó corto a la hora de incluirlo en los entornos ordinarios. El segundo es el caso de Joe, un niño que recibió apoyo junto a sus compañeros en el entorno escolar, lo que facilitó su educación inclusiva.
Se discuten las dos versiones opuestas de la educación ordinaria en la práctica y se esboza lo que permitió o impidió la inclusión de Max y Joe en sus escuelas. Las conclusiones de los casos presentados en este documento ponen de relieve cómo las interacciones, el apoyo y la participación son dimensiones entrelazadas que arrojan luz sobre las vías que permiten o impiden la inclusión.

DOI

https://doi.org/10.33115/udg_bib/pts.v13i1.23000

Publicado

2024-06-06